JUEGOS PARA ESTIMULAR EL EQUILIBRIO DE LOS NIÑOS



Cada vez que el niño da vueltas, se balancea o gira sobre sí mismo, sus neuronas se multiplican y se conectan entre sí, lo que favorece su desarrollo cognitivo, la coordinación de sus sentidos y del sistema motor, y estimula su equilibrio, que es fundamental para aprender a caminar. También es necesario para desarrollar lo que se denomina conciencia espacial, una relación correcta entre el cuerpo, el espacio y las cosas que nos rodean.
El sistema nervioso del bebé se desarrolla de forma vertiginosa en el primer año de vida. El suave balanceo con que le acunamos en nuestros brazos ya supone un importante estímulo, y poco a poco, durante esos primeros meses, al mecerle o pasearle en la sillita, vamos aportando madurez a su sistema nervioso.